Un joven, cuya identidad se reserva, contó que el abogado les ofrecía "regalos, lujos y noche". Detalles de su modus operandi para seducir a sus víctimas.

Sobre Gustavo Rivas pesan más de 2000 denuncias de abusos sexuales. Se trata del prominente abogado de Gualeguaychú, Entre Ríos, que alguna vez fue candidato a gobernador de la provincia por la Unión del Centro Democrático y que hoy está en la mira por una catarata inédita de supuesta violaciones que podrían concluir en una condena histórica.
en ese sentido, una de las víctimas rompió el silencio y en un desgarrador testimonio, reveló detalles del abuso. “Lo atraían los adolescentes y lo sabía todo el mundo. Usaba estrategias para taparlo, es un gran manipulador. Manipuló a todo un pueblo, daba dádivas, adornaba con plata para que la gente no lo denunciara. Aprovechaba su situación acomodada para cometer los abusos. Es un tipo muy formado y una porquería, un perverso”, comenzó en su relato la persona cuya identidad se mantiene en estricta reserva.

“Yo lo conocí en los ‘80. Con un grupo de amigos íbamos a navegar por el río en su yate y estaba todo bien y, de repente, pasaba. Se armaban fiestas”, agregó
Para lograr seducir a sus víctimas, el abogado, utilizaba todos sus medios económicos. “Nos ofrecía cuestiones que nosotros teníamos prohibidas: noche, alcohol, paseos por el río, regalos. Accedíamos. Era un tipo soltero, con plata. Uno en ese momento se sentía partícipe, pero en esa etapa de la vida estás buscando tu identidad y él nos manipuló. A mí me manoseó, pero fui testigo de otras situaciones con otros chicos”, expresó.

En una entrevista con el diario Perfil, la víctima los motivos por los cuales toleraban ese tipo de acercamiento. “Era un bonachón tremendo, un profesional respetado, simpático y campechano. Tenía una doble fachada. La gente lo quería. Y yo también puedo acusar al olvido, por una negación. Lo querés dejar en el olvido. Me angustia pensarlo. En el momento, te sentís partícipe, era confuso. Ahora lo recordás y te das cuenta que era una cosa asquerosa. En esa época yo no sabía qué era la pedofilia”, reconoció.