La velocidad máxima no se pudo calcular debido a que la computadora de a bordo se destruyó tras el impacto contra una columna de alumbrado

A qué velocidad circulaba Juan Carlos Schmitt por la diagonal Río Negro el 31 de marzo del año pasado es uno de los puntos clave para determinar su responsabilidad en la muerte de Damián Orgaz. Ese día, el cadete de 26 años terminó con tres miembros amputados y luego murió. Ayer, un perito de criminalística reveló que, como mínimo, el mecánico pisó el acelerador para poner su Audi TT a 107 kilómetros por hora. Y que, además, el siniestro se produjo por el carril por el que circulaba la víctima, que el automóvil invadió.

"Para que esto ocurriera tuvo que haber sufrido un accidente que requirió una energía de choque realmente alta y a una velocidad elevada", sostuvo el profesional de la salud.

En el momento del siniestro, Schmitt conducía el Audi TT que había comprado el día anterior a por lo menos 107 kilómetros por hora. El dato lo aportó ayer Sebastián Abraham, ingeniero mecánico y perito del automotor del gabinete de criminalística.

Abraham analizó todos los elementos del siniestro, desde los vehículos hasta las condiciones de la calle, y sacó conclusiones respecto de una serie de ítems que le fueron solicitados para la investigación.

En relación a la mecánica del siniestro, concluyó que el auto iba por Río Negro en dirección suroeste y la moto por la misma arteria en dirección noreste. Que por causas que no se pudieron determinar, antes de que el Audi llegara a la intersección con Campbell y Pérez Bulnes se cruzó de carril e impactó contra la motocicleta del cadete. En las jornadas anteriores del juicio, otro perito había afirmado que Schmitt había querido esquivar una elevación en la cinta asfáltica.

El manubrio de la moto se incrustó en el auto y el resto del rodado fue despedido hacia la ochava y golpeó contra el cordón, recorriendo una distancia de 45 metros. Orgaz dio contra el parabrisas y voló hasta el lugar en el que quedó agonizando.