El empresario acusado de presunto lavado de dinero a través de la Aduana contó cómo era la maniobra por la que también están sospechados exfuncionarios del kirchnerismo.
Mariano Martínez Rojas, exdueño del diario Tiempo Argentino y Radio América, habló desde los Estados Unidos después de que el juez en lo penal económico porteño, Gustavo Meirovich, ordenara su captura. El empresario está investigado en una causa por presunto lavado de dinero a través empresas fantasma que fugaban plata al exterior. La maniobra por la que lo acusan fue a partir de una banda que simulaba importaciones durante el kirchnerismo, en pleno cepo cambiario. La sospecha de la Justicia es que que compraban dólares a precio oficial para importaciones que no se hacían y luego giraban las divisas al extranjero.
Martínez Rojas admitió que tiene miedo de ir preso, pero dijo que lo que más teme es que lo maten. Además, cargó contra exfuncionarios kirchneristas y afirmó que la expresidenta Cristina Kirchner “estaba al tanto de cada detalle”.
No estoy prófugo, vine a vivir a los Estados Unidos hace ocho meses por lo que me pasó. Voy y vengo. Me enteré de que un juez pidió mi captura por el noticiero.
Lo único que se logró con el pedido de captura fue ponerme en una posición de riesgo ante gente como el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, (el financista acusado en la Mafia de los contenedores) Mr. Korea, gente de la Aduana y relacionada a Daniel Scioli y a Lotería Correntina.
Si a mi familia le pasa algo, el juez tendrá que dar explicaciones.
Tengo miedo de ir preso, pero más miedo tengo de que me maten.
Trabajé con mucha gente en el rol de empleado, no de socio.
Lamentablemente figuro como el comprador de Tiempo Argentino y Radio América, eso me trajo muchos problemas.
Trabajo de relacionar gente. Acercaba documentación, pero mi tarea terminaba ahí. No manejaba efectivo ni tomaba decisiones, cobraba un sueldo por hacer lobby.
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El juez hizo una investigación payasa, me pidió la captura sin tener documentación.
Mr. Korea era un cerebro superdotado. Dentro de la organización estaban Ricardo Echegaray, Claudio Minnicelli y exfuncionarios de la Aduana que hasta el día de hoy tienen incidencia en el organismo.
En esta mafia participó la mitad del Poder Judicial.
Manejé 30 empresas que giraban 140 mil dólares por día.
Guillermo Moreno estaba al tanto de la maniobra, pero la que cobraba era su esposa Marta Cascales.
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Si me presento en la Argentina me matan. Trabajé con Insfrán, Echegaray, Moreno y Minnicelli. Sé cómo operan.
No tuve el disgusto de conocer a Cristina Kirchner, pero estaba al tanto de cada detalle.
Diputados y Senadores que respondían a Insfrán venían a retirar la plata de mi oficina con su propia custodia. Después transportaban el efectivo por Aerolíneas Argentinas, con arreglo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
