El siniestro se produjo cuando el chofer "volanteó" el vehículo tratando de esquivar a otro y rompió las defensas de la doble traza

A esa hora, el conductor de un camión de los denominados "mosquito" —utilizado para el transporte de automóviles— y cargado con por lo menos diez unidades de distintos modelos de la marca Fiat, impactó contra la baranda metálica del puente que cruza el río y cayó desde una considerable altura a una calle de tierra lateral a la vía provincial, y a pocos metros del Carcarañá.
Según datos proporcionados por el concesionario vial de la autopista, Vial Santa Fe, y por la Policía de Seguridad Vial, el accidente habría ocurrido a raíz de que el chofer, Sebastián Ricardo C., de 26 años, oriundo de la localidad santafesina de Alvear e hijo del propietario de la empresa transportista, perdió el control del vehículo al "volantear" para evitar colisionar con un camión cerealero que, a muy baja velocidad, salía del cercano parador de Villa La Ribera y se cruzó de carril.

El episodio se dio en un escenario en el que prevalecía el pavimento mojado y malas condiciones climáticas que imperaron durante la mañana de ayer.

Cabe señalar que pese a la espectacularidad del hecho, y de que varios de los vehículos quedaron desparramados en el suelo, el chofer salió ileso.

Los flamantes automóviles que eran transportados en la parte superior del camión "mosquito" cayeron sobre los terraplenes y quedaron literalmente desparramados, con daños de diversa consideración

El episodio ocurrió minutos antes de las 11 de la mañana en el kilómetro 29, en la cabecera del puente, sobre la mano con sentido sur norte —hacia la capital provincial—, y el personal de seguridad trabajó en el lugar en espera de la llegada de los propietarios del camión y para que retiraran la valiosa carga. No obstante la espectacularidad del hecho, el tránsito fue interrumpido por un breve lapso y luego se redujo parcialmente la calzada para proceder a la reparación provisoria del guardarrail del puente.

Las barandas de contención de esa conexión de importantes dimensiones no soportaron el impacto, y el camión terminó en la banquina, en la parte inferior del paso, muy cerca del Carcarañá, un río que crece muy fácilmente al recibir agua de muchos afluentes y que desemboca en el Paraná, a pocos kilómetros del accidente.

El camión mosquito avanzaba a la velocidad reglamentaria de 80 kilómetros por hora, mientras que la otra unidad lo hacía a unos 20 kilómetros horarios, ya que recién salía del parador y apenas comenzaba a tomar velocidad. Los primeros en llegar al lugar del hecho fueron los efectivos policiales de Timbúes, que permanecieron hasta el mediodía custodiando el lugar hasta la llegada de personal de la concesión de la autopista.