Después de que terminara la relación, Damián Gómez había llegado a romper con una piedra un vidrio de la casa de su ex.

Ailín Torres vivió una verdadera odisea después de romper con su pareja de casi una década, Alejandro Gómez, que meses después la terminaría matando. A poco de terminada la relación, el joven empezó a hostigar a su ex.

Primero fueron insistentes mensajes de texto y llamadas telefónicas. Luego empezó a pararse frente a la vivienda, en una actitud inimidatoria por la que, más de una vez, la joven corría abruptamente las cortinas para no verlo.
Gómez llegó incluso a tirarle piedras a la ventana de la casa donde vivía la joven y romper vidrios, en una escalada de acciones violentas que terminaría con el crimen de su ex al sorprenderla con un cuchillo en el baño de su casa.

El asesinato se produjo el sábado por la madrugada en la vivienda donde residía Ailín. La joven había vuelto de un cumpleaños familiar en el que había presentado a su nueva pareja, que es policía.

Ailín entró a la casa con su pareja, que se fue a domir, mientras que ella se dirigió el baño. Allí estaba escondido Gómez, que la sorprendió y la apuñaló hasta matarla. El policía no llegó a intervenir, mientras que el asesino trató de suicidarse pero fue detenido.

El subsecretario de Protección Ciudadana de Tandil David Tifner explicó que el efectivo, al ver lo que había pasado, salió corriendo y llamó al 101 diciendo "que iba a buscar su arma reglamentaria para matar a quien estaba apuñalando a su novia".

Luego de ese llamado llegaron en un patrullero de la Policía Local, que retuvieron al efectivo con el arma en la mano, entraron a la casa y detuvieron al agresor. "El homicida fue encontrado tirado en la cama con heridas que se había auto provocado", dijo el funcionario.