El Sumo Pontífice hizo referencia al caso Odebrecht y preguntó: "¿Qué pasa en Perú que todos los presidentes van presos?".

El papa Francisco aseguró que la política en Latinoamérica sufre una "gran decadencia y corrupción", respondiendo así algunas preguntas de los obispos de Perú durante su visita a este país.
Citó el caso de la constructora brasileña Odebrecht, en el que han estado implicados Gobiernos de varios países de Latinoamérica y aseguró que "es solo una parte chiquita". "Creo que la política está en crisis, muy en crisis en América Latina por corrupción" y que sólo se entiende el "lenguaje de la corrupción" y citó además los paraísos fiscales.
"En general la política en América Latina está más enferma que sana. Hay una crisis política no sólo en el Perú", dijo el Pontífice en una conversación improvisada con obispos peruanos, a los que visitó en el Arzobispado de Lima.
Y lamentó: "Se da que gana la oposición y acusa de corrupto al anterior; luego gana el otro y también lo acusa... y los dos tienen algo de razón". "El juego político es muy difícil y nos pone en dificultad si queremos ser pastores. Tampoco la denuncia es la única arma, están la persuasión y la formación política", les dijo.
El pontífice argentino explicó que se estaba "buscando una caminó hacia la Patria Grande y de golpe cruzamos hacia un capitalismo liberal inhumano que hace daño a la gente".
Habló de las cárceles superpobladas y reiteró: "La política está enferma, está muy enferma y hay excepciones, pero en general, está más enferma que sana".
Y luego preguntó a los obispos: "¿Qué pasa en Perú que todos los presidentes van presos?" y citó a (Ollanta) Humala y "hasta hace poco" (Alberto) Fujimori. Francisco contestó las preguntas de los obispos en el arzobispado de Lima después de su discurso en un acto improvisado debido a que había tiempo libre antes del rezo del Ángelus.
Al hablar frente a unos 60 obispos peruanos en el Arzobispado de Lima, el Pontífice homenajeó al santo Toribio de Mogrovejo y lo puso como ejemplo de alguien que "quiso llegar a la otra orilla, no sólo geográfica sino cultural", y para eso "promovió por muchos medios una evangelización en la lengua nativa".
"¡Cuánto urge esta visión para nosotros, pastores del siglo XXI, que nos toca aprender un lenguaje totalmente nuevo como el digital, por citar un ejemplo", les pidió, animándolos a retomar el espíritu del evangelizador del siglo XVI. Asimismo, los convocó a "conocer el lenguaje actual de nuestros jóvenes, de nuestras familias, de los niños".