El presidente provisional del Senado y dirigente del PRO dijo que "el ministro Triaca es alguien valioso que cometió 2 errores importantes. Espero que no le impida seguir trabajando por el país 

 

-El Gobierno arrancó el año con una pérdida de imagen ¿Es por la gestión o por una mala comunicación?

-Ninguna de las dos cosas. Creo que la reforma previsional fue muy compleja. No es fácil tomar esas decisiones. Pero es la que tomaron 23 gobernadores con el Presidente para cambiar un sistema que era inviable, porque estaba basado en un pilar que no iba existir más, que era la recaudación impositiva destinada a cubrir a la ANSeS. No había más remedio que hacerlo, pese a la dificultad.

--¿Qué paso, los gobernadores le hicieron pagar el costo a Macri?

-Ellos vinieron al Senado, dieron su mirada. Impulsaron la ley, pero esas cosas nunca son fáciles. Ahora los jubilados nunca cobrarán de aumentos menos que la inflación y la mínima tiene garantizada por siempre el 82% móvil, algo revolucionario. Desde la oposición dijeron que iban a cobrar menos y mucha gente lo creyó.

-Pero parece que el Gobierno dejó de confiar en la colaboración de los gobernadores, porque decidió bajarle el perfil al Congreso...

-En el Senado, el peronismo tiene una lógica que es considerar que está representado por los gobernadores, algunos municipios grandes y la CGT. En la medida que se pudieron lograr acuerdos con esos actores, acompañaron. Así funcionó estos dos años. Ahora el peronismo está pasando por una etapa muy compleja, que es construir un nuevo liderazgo y cambiar de generación en la conducción, dos hechos que son muy traumáticos en la vida. Y el peronismo está pasando por los dos al mismo tiempo.

-¿Cree que lo va a conseguir para el 2019, o recién para el 2023?

-Todos los políticos serios tenemos que trabajar para que el peronismo se renueve. Porque si no se genera una dificultad en la conformación del sistema político. Y es un tema de primera importancia para la Argentina, no para el Gobierno o para el peronismo. Un sistema que tenga dos partes y que puedan tanto ser gobierno u oposición. Que haya interlocución clara en los temas en que se confronta y otros en los que no se debe discutir, como derechos humanos, democracia,independencia de los poderes y libertad de prensa. No puede repetirse lo de diciembre, cuando se puso en discusión si el Congreso podía sancionar leyes o tenían que sancionarlas los que tiraban piedras.

-¿A quién ve como líder en el PJ?

- No me gusta meterme en casa ajena, pero hay dirigentes de la nueva generación que es interesante, como Uñac, Urtubey, Bordet y otros gobernadores.

-¿Pichetto los puentea cuando va a negociar sólo a la Casa Rosada?

-Para nada.

-¿Qué pensó cuando él fue a pedir que no llame a extraordinarias en febrero y el Gobierno le hizo caso?

-Tenemos un diálogo abierto con la Casa Rosada y con Pichetto. Esa decisión se tomó cuando Macri y Peña volvieron de vacaciones. Lo que hizo el Gobierno es decir que no va a apretar al Congreso. Pero este año vamos a tener toda la dinámica que los legisladores quieran.

-¿Sale la reforma laboral?

-Es mala idea hablar de reforma laboral, porque es mala palabra en Argentina. Con el kirchnerismo, la política se acostumbró a discutir más de palabras que de realidades. Las leyes laborales tienen que generar más empleo y capacitar a los argentinos para afrontar el siglo XXI, porque la revolución tecnológica es una de las tres revoluciones más grandes de la humanidad, después de la agrícola y la industrial. No darse cuenta de eso es muy torpe. Nuestra receta no es la única. Esperemos que haya otras, incluso mejor que la nuestra.

-¿Triaca no quedó debilitado para negociar los retoques, tras el escándalo con su empleada doméstica?

-El ministro Triaca es una gran persona, sencilla, buena, comprometida. Y tiene un diálogo desde la cuna con el sindicalismo. Es alguien valioso que cometió dos errores importantes. Espero que eso no le impida seguir trabajando para el país.

-¿Van a impulsar el desafuero de Cristina, como pidió Bonadio?

-Vamos a hacer que funcionen las instituciones. No vamos a cajonear pedidos de jueces en ningún caso. Dicho esto, si la Comisión de Asuntos Constitucionales no lo trata dentro de los 60 días, como corresponde, y todavía no conseguimos que se conforme, en 180 días lo hará el cuerpo.

-¿Les conviene la polarización con la ex presidenta?

-Hay quienes dice n que nos conviene políticamente, pero me parece deleznable esa mirada. Argentina necesita desesperadamente que se respeten las instituciones. Y es berreta que porque le convenga a tu partido, generar un conflicto institucional.

-¿Si no avanzan los acuerdos en el Congreso habrá más decretazos?

-No. La idea del Presidente no es gobernar por decreto, es gobernar con acuerdos parlamentarios.

-¿Usted que viaja mucho en su rol parlamentario, sabe cuándo llegará la anunciada lluvia de inversiones?

-Las inversiones crecieron 11 por ciento en un año. No se puede crecer a un nivel estratosférico. El año pasado crecimos el 3%, que es los que queremos que pase en los próximos 20 años. El consumo aumentó un 2%. Y todo va a ir mejorando en la medida que se vea que somos un país serio y responsable. Soy optimista. Argentina es de las pocas buenas noticias que hay en el mundo.

-¿Y que hay de la sensación de que gobiernan para los ricos?

-Es una chicana kirchnerista. Ellos creen más en los relatos verbales que en la realidad. Parecen no peronistas. Perón decía que la única verdad es la realidad. A ellos la realidad no les calienta, sino el éxito de sus palabras. El gobierno que supuestamente gobierna para los ricos está bajando la pobreza. Cuando empezamos el índice estaba en el 32% y el del año pasado va estar entre el 26 y el 27%.

-¿Coincide con Massot (jefe del bloque de diputados del PRO) en que hay que llamar a la reconciliación por lo sucedido en los años 70?

-Primero, hay que reconocer el horror. Segundo, estar de acuerdo en el corazón que eso no puede pasar más. Y tercero, actuar en conjunto oficialismo y oposición para que la convivencia en paz sea producto de nuestros actos. Los 70 fueron producto de lo que pasó en los años anteriores.

-¿Extraña esas 12 horas en que fue Presidente de la República, durante la transición entre Cristina y Macri?

-Nunca me la creí, lamentablemente. Si no, hubiera extrañado.


Gentileza, diario Clarín