El cruento fin de "El Gordo". Iba rumbo a su trabajo cuando dos delincuentes lo interceptaron. Para robarle su bolso le asestaron dos puñaladas en el cuello. Murió en el lugar 

 

Se llamaba Julio Alberto Martínez (48) aunque en el seno de su familia y entre sus amigos más íntimos le decían cariñosamente “El Gordo” o “Culón”.
Desde muy joven comenzó a ganarse la vida como obrero de la construcción. En ese duro ambiente pasó por todos los niveles. Hizo “la colimba” como peón de albañil y fue escalando hasta convertirse en lo que era hasta hoy, uno de los más prestigiosos colocadores de cerámica.
Hace más de 15 años se había establecido junto a su compañera en un modesto departamento interno ubicado en Juan Díaz de Solís al 1500, esto es, en el corazón de barrio San Lorenzo.
Ese mismo departamento fue testigo de la alegría más grande de su vida (la llegada de su hijo). Y también del peor de los dramas.
Esta mañana, minutos antes de las 7, Julio salió de su casa con la idea de buscar su Fiat Siena, el que tenía guardado en una cochera cercana
El plan era sencillo y rutinario. Buscar el coche para luego comenzar otra jornada en un edificio del complejo Puerto Amarras, donde lo tenían contratado. Sin embargo en un segundo.... el desastre.
Julio iba caminando llevando consigo un pequeño bolso con ropa, cuando al llegar a la esquina de Juan D. de Solís y Gral López se vio interceptado por dos delincuentes. Las versiones aseguran que éstos últimos era un hombre y una mujer.
A punta de cuchillo los malvivientes le ordenaron que entregara el bolso. Se cree que Julio intentó resistir el robo. Fue entonces cuando uno de los rufianes le asestó dos puntazos letales en la zona del cuello.
Luego los sujetos se apoderaron del bolso en cuestión y escaparon raudamente, mientras Julio quedaba en estado de shock.
Como pudo el trabajador volvió sobre sus pasos e intentó regresar a su casa, aunque finalmente se derrumbó en la entrada al pasillo en medio de un charco de sangre. Tras agonizar algunos minutos, se produjo su deceso.
Lo que siguió fue un verdadero pandemónium con familiares y vecinos reclamando por la llegada de una ambulancia, ante un gran número de uniformados que llegaron al lugar.
Además de las lesiones en el cuello la víctima presentaba heridas cortantes en sus antebrazos, que podrían ser del tipo defensivas.

Un gran tipo

La muerte de Julio Martínez dejó sumida en el dolor a su familia y causó una profunda consternación en la barriada, como también entre sus compañeros de trabajo que se acercaron hasta el lugar.
* “El era una gran persona que vivía para su trabajo y su familia. Toda la semana estaba en la obra y los fines de semana se dedica a hacer changas. No merecía terminar así... era un gran tipo”, dijo hoy uno de sus compañeros en diálogo con El Litoral.
“Hace muchos años que lo conozco y jamás tuvo un problema con nadie. Al contrario, siempre estaba muy dispuesto a ayudar. Como compañero de ‘laburo’ era excelente y como colocador de cerámica era el mejor, no había otro igual. Es muy injusto esto que pasó”, agregó.

Prófugos

Respecto a los autores del crimen por el momento es bastante poco lo que se sabe.
En ese sentido el caso quedó en manos de los agentes de la Policía de Investigaciones (PDI) quienes realizaron una intensa labor en el lugar, bajo la supervisión de la fiscal de Homicidios, doctora Cristina Ferraro.
Entre otras cosas se buscó el relato de posibles testigos, aunque dichos trámites no habrían arrojado resultado positivo.
No obstante ya obra en poder de los pesquisas un dato sugestivo. El mismo refiere a otro hecho delictivo ocurrido momentos antes del crimen en la misma zona, y que podría conducir a dar con los asesinos.
Cuatro asesinatos en 48 horas
Cuatro crímenes se consumaron en la ciudad en poco menos de 48 horas, en lo que fue sin dudas un fin de semana del demonio.
* La secuencia se inició el viernes en barrio Fomento 9 de Julio, más precisamente en inmediaciones de 9 de Julio y Quintana, donde fue baleado Augusto Paulón. Este muchacho estaba en la vía pública en compañía de una menor de 17 años, cuando de repente apareció un sujeto y le disparó a la cabeza. Tras agonizar varias horas, Paulón falleció en la tarde del sábado.
* En la madrugada del domingo, un joven de 17 años fue asesinado en Monte Vera. Mario Nahuel Castillo, dejó de existir luego de recibir dos balazos en su espalda. Esa misma noche Castillo estuvo en un cumpleaños donde se vio envuelto en un altercado con otro sujeto, que sería quien luego cometió la criminal acción.
* Poco después de este hecho se supo de otro hecho de sangre ocurrido en barrio Coronel Dorrego. Eran cerca de las 3 cuando un disparo de arma de fuego retumbó en la zona de Azcuénaga al 2300. Poco después los vecinos hallaron muerto a Franco Lucas Gastón Arce, de 38 años. Tenía un balazo en su cabeza que le había provocado pérdida de masa encefálica. El mencionado fue trasladado al hospital Cullen donde arribó ya sin vida.
* En la mañana del lunes Julio Martínez (48) fue asesinado de dos puñaladas, por dos delincuentes que lo asaltaron en Juan Díaz de Solís y Gral López, cuando iba rumbo a su trabajo.

Gentileza, diario "El Litoral"