La nena de 11 años fue encontrada muerta dentro de una bañera con un cable alrededor del cuello. El sospechoso está acusado de "homicidio agravado" y podría ser condenado a prisión perpetua.

El dueño de la quinta de Junín donde fue asesinada Camila Borda, de 11 años, rompió el silencio. El hombre, identificado como Martín Pagella, habló de Carlos Varela, el sereno de la casa de 40 años, acusado de violar y asesinar a la nena. "Era un parquero, no era un casero, vino recomendado por varias personas para hacer el trabajo", señaló en diálogo con la prensa.
"Trabajaba todo el día en la quinta, era un hombre callado, solo sabemos que era evangelista. Estamos conmovidos como los demás", describió Pagella. El domingo, mientras su propiedad de la calle Arias 1559 estaba al cuidado de Varela, la policía encontró el cuerpo de Camila dentro de la bañera con una bolsa de nylon en la cabeza, un cable alrededor del cuello y las manos atadas.
Según contó el dueño, en el último encuentro que tuvo con el detenido el jueves pasado notó algo extraño en su conducta: "Me respondía con monosílabos, casi no hablaba". Con respecto a la investigación que lleva adelante el fiscal Sergio Terrón adelantó que está a disposición de la Justicia para lo que necesiten. "Quise ir a la quinta pero no me dejaron entrar, mi mamá está en estado de shock, no lo podemos creer", agregó.
La principal hipótesis de los investigadores es que Varela interceptó a la chica cuando salió a comprar pan cerca del mediodía y, mediante algún engaño, la convenció de entrar con él a la finca. La autopsia determinó que la nena fue abusada antes de morir estrangulada y que había intentado defenderse. El fiscal imputó al cuidador por el delito de homicidio agravado. El funcionario adelantó además que pedirá prisión perpetua.