La inspección, que será la semana próxima, surgió tras la declaración de las víctimas

El horror que se ocultaba dentro de la casa de la calle Güemes al 3.700 de Bahía Blanca no deja de sorprender pero, en las últimas horas, el foco de la Justicia está puesto sobre una de las amenazas con las que Fernando Benítez, el hermano mayor del clan, intimidaba a sus mujeres para mantenerlas cautivas.

"Te voy a matar y a enterrar en el patio", era la frase que el imputado no se cansaba de repetirles, según surgió de la declaración de varias de las víctimas. Lo que los investigadores quieren determinar es si alguna vez cumplió con su amenaza y es por eso que los perros K9, entrenados por la policía, recorrerán el patio de la vivienda en busca de rastros de un posible cuerpo.
La medida se llevará a cabo la próxima semana, después del fin de semana largo por los feriados. Mientras tanto, los hermanos Fernando y Gonzalo, y su madre, Nélida Llanos, se encuentran detenidos en la cárcel de Villa Floresta, después de que presentaran un hábeas corpus expresando que tenían miedo por sus vidas.

Hasta el momento se los acusa de privación ilegítima de la libertad agravada e intento de homicidio agravado. Estos son los delitos que la Justicia ya pudo comprobar, pero no descartan que con el avance de la investigación la imputación se amplíe.

Por su parte, Rubén Benítez, el padre del Clan, habló con La Nueva desde Mar del Plata, el lugar en donde vive desde hace más de cinco años, y se despegó del escándalo que envuelve a sus dos hijos y a su exmujer.

“Cuando yo me vine a trabajar a Mar del Plata se despelotó todo, (Fernando y Gonzalo) abandonaron la escuela. Yo tenía que salir a trabajar porque tenía que llevar el puchero a la casa, la que manejaba todo eso era la madre”, explicó. “No creo que la madre haya avalado esto que yo veo por televisión, no lo puedo creer”.