La policía lo detuvo más tarde en el estacionamiento del edificio, por donde nadie pasó a buscarlo.

Cuando todavía era un chico, Jairo Vallejos quedó parapléjico después de un enfrentamiento armado con la policía. Este martes sumó un capítulo insólito a su extenso prontuario y durante un traslado desde la Unidad 22 donde está preso por homicidio al hospital neuquino de Cutral Co, simplemente, desapareció.

El precoz delincuente, que cumple una condena de 10 años de prisión, vio la oportunidad y decidió que no iba a dejarla pasar ni siquiera por la limitación de estar en una silla de ruedas. Así fue como al ir a atenderse por una infección urinaria que sufre desde hace meses como consecuencia de su parálisis, en un descuido de los policías que lo custodiaban salió "andando" por la puerta principal.
La fuga le duró apenas un par de horas. Lo encontraron cerca de la medianoche, todavía en el estacionamiento interno del centro asistencial, donde seguía esperando a alguien que nunca llegó a buscarlo.