Alan Ezequiel Pedrasa fue hallado en un descampado con al menos 34 orificios de bala en el cuerpo.

Al costado de un camino rural de Ibarlucea, a unos 20 kilómetros de Rosario, el cuerpo de un joven fue hallado ayer al mediodía literalmente acribillado a balazos, un hecho que por sus características tiene un claro tinte mafioso y se asemeja a otro crimen ocurrido hace casi dos años en el mismo lugar . La víctima fue identificada como Alan Ezequiel Pedrasa, un joven de 21 años cuya familia había denunciado el jueves a la noche que no había regresado a su casa luego de asistir a ver el partido entre Rosario Central y San Pablo por la copa Sudamericana. Es más, advirtieron que a la noche recibieron un mensaje sugestivo que hacía presagiar lo peor. "Andá a llevarle flores", le anunciaron a través de un llamado telefónico anónimo.

Un peón rural atravesó la poco transitada avenida de Los Incas, un ancho camino de tierra que bordea el cementerio jardín de Ibarlucea y corta la ruta 34 justo a la altura del cementerio jardín de Ibarlucea. A unos 700 metros hacia el oeste, casi en la zanja, se topó con una imagen macabra: un cadáver entumecido boca abajo con la ropa agujereada por los impactos de bala.