Hace un año, Trump también ordenó bombardear Damasco. Acusaciones mutuas por la acumulación de armas químicas.

Donald Trump sorprendió a todos el viernes por la noche cuando se paró en el atril de la Casa Blanca para informar el bombardeo en Siria: dos semanas atrás le había ordenado a la cúpula militar una inminente retirada de Damasco.

"¡Misión cumplida!", exclamó el sábado en Twitter luego de recibir un informe con los resultados sobre la operación militar en Medio Oriente. Con el apoyo del Reino Unido y Francia, Estados Unidos bombardeó lugares en los que, siempre según Washington, Damasco desarrollaba armas químicas.
El presidente de los Estados Unidos había asegurado en su mensaje televisado que la operación conjunta de las tres potencias occidentales sobre territorio sirio fue en respuesta al uso de armas químicas por parte del gobierno de Bashar Al Assad "contra su propio pueblo".

Siria, un país en constante conflicto con otros estados, no tardó en reaccionar. Sus defensa antiaéreas dispararon artillería para perseguir a los misiles de las potencias occidentales dirigidos desde un barco de guerra estadounidense. En total, neutralizaron a 13 de los 30 misiles.
Este sábado a la mañana, una misión de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) debía llegar a Siria para determinar si el gobierno de ese país había utilizado armas químicas el sábado 7 de abril en la ciudad de Duma. Ahora, con este ataque, no quedarían más pruebas.

No es la primera vez que Trump decidió bombardear Siria. Hace casi un año, el 7 de abril de 2017, el presidente de Estados Unidos ordenó el lanzamiento de 59 misiles de crucero Tomahawk contra un enclave sirio en la provincia de Homs porque anteriormente 86 personas murieron en Jan Sheijun en un supuesto ataque de gas que según la OPAQ fue decidido por el propio gobierno sirio.
El primero en reaccionar fue el embajador de Rusia en Washington, Anatoli Antónov, que aseguró: "Este ataque tendrá consecuencias. Insultar al presidente de Rusia es inaceptable e inadmisible. Estados Unidos, el poseedor del mayor arsenal de armas químicas del mundo, no tiene derecho moral a culpar a otros países".
Tras el nuevo bombardeo, el presidente reelecto de Rusia, Vladimir Putin, principal aliado de Siria, le advirtió a Trump: "Es una agresión contra un Estado soberano que está a la vanguardia de la lucha contra el terrorismo".