Como se le está haciendo costumbre, la "First Lady" estadounidense dejó traslucir los problemas conyugales que se viven en la Casa Blanca. Ocurrió en la recepción al presidente francés.

La primera dama estadounidense Melania Trump hizo nuevamente de las suyas. En un importante momento público de la recepción al presidente francés en la Casa Blanca, apartó los dedos de los dedos de su esposo, Donald Trump, mientras este intentaba tomarle cautelosamente su mano.

Ocurrió durante la sesión fotográfica del encuentro entre el presidente estadounidense y Emmanuel Macron, que realizaba su primera visita de estado de la presidencia de Trump y el gesto volvió a poner en el tapete el tema de una presunta crisis matrimonial.
Los dos presidentes estaban parados uno al lado del otro con sus esposas a cada lado y los cuatro posaban formalmente por el momento, con las manos a los lados. Luego de unos breves segundos, el dedo meñique de Trump se movió sutilmente hacia la mano derecha de su esposa. La expresión de la primera dama cambió drásticamente cuando pareció tomar aliento.