A seis meses de la desaparición, Marta Yáñez reiteró que el submarino estaba "formalmente" en condiciones de navegar. Los puntos de la investigación que todavía no se resolvieron.

La jueza a cargo de la causa que investiga la desaparición del ARA San Juan rompió el silencio. En diálogo con Marcos Barroca para TN, se quebró al referirse a los 44 tripulantes del submarino que está desaparecido desde el 15 de noviembre. "Los estamos buscando como si fueran nuestros propios familiares", aseveró Marta Yáñez. La magistrada remarcó que a pesar de los avances, "es primordial" que se encuentre la nave.

A seis meses de la última comunicación, Yáñez aseguró que el submarino estaba habilitado para navegar. Sin embargo, confirmó que zarpó un día después de lo previsto por un desperfecto técnico. "Ese problema tuvo que ser solucionado por la propia tripulación. Lo que hay que determinar es si fue de gravedad o no", explicó.
A su vez, aseveró que la Justicia deberá discernir si estaba en condiciones de soportar una "sobreexigencia", como consecuencia de la misión de patrulla que realizaba. En la misma línea, argumentó que no se puede atribuir su desaparición con un supuesto ataque externo. "La explosión también es materia de investigación. La Comisión de Defensa tiene conclusiones parciales sobre esto e informa que fue de índole interna", aclaró.
Uno de los puntos más cuestionados por los familiares al Gobierno es el operativo de búsqueda. Hasta el momento, nueve empresas privadas ofrecieron sus servicios al Ministerio de Defensa para encontrarlo. Entre ellas, figura la del experto venezolano, Hugo Marino, quien prometió hallar al ARA San Juan en menos de 100 días.

Para la jueza es clave que el submarino aparezca por los familiares de los tripulantes y por las pericias que podrían realizarse. A pesar de esto, destacó que incluso sin la nave, la Justicia podría llegar a la verdad de lo que sucedió el pasado 15 de noviembre de 2017 cuando desapareció.
En abril, uno de los integrantes de la Comisión Investigadora -creada por el Ministerio de Defensa- negó categóricamente ante la magistrada que el informe final concluyera que la tripulación agonizó durante varias horas antes de morir, como publicó un medio nacional.

El testimonio fue de Jorge Bergallo, padre de uno de los navegantes, que se sumó a los dichos del resto de la Comisión, Alejandro Kenny y Gustavo Adolfo Trama. "En ningún momento se utilizó la palabra agonía".
Según pudo saber TN.com.ar, a lo largo de su testimonial Bergallo sorprendió al afirmar que el submarino se encontraba en "perfectas condiciones" y que la anomalía hidroacústica se produjo por una "fatalidad", palabra que utilizó para referirse a la supuesta explosión, seguido de incendio, que provocó la desaparición de la nave.