La joven que estuvo detenida en la seccional 7ª y terminó internada en terapia intensiva en el Heca por un golpe en la cabeza presentará este viernes su caso ante la Justicia. Se suma a la investigación por la bibliotecaria fallecida en la 10ª

Elina Rivero estuvo una semana en coma en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) de Rosario. Llegó allí con un fuerte golpe en la cabeza desde la comisaría 7ª, donde había sido llevada después de ser detenida por una pelea en Catamarca y Cafferatta. La versión oficial de la Policía señaló que ella se autolesionó en la cabeza en la celda. Sin embargo, la joven de 27 años recuperó la conciencia y denunció que fue golpeada por los agentes de esa seccional de la zona de Terminal de colectivos de forma salvaje.

Elina se presentará este viernes a la mañana en la Fiscalía de Violencia Institucional acompañada del equipo jurídico de la Asamblea por los derechos de la niñez y juventud.

Denunciará de manera formal que fue víctima de “apremios, abuso de autoridad y vejaciones de personal de la comisaría 7” -la misma donde estuvo detenido Franco Casco-. Será recibida por la fiscal Karina Bartocci.

La joven contó que la noche del viernes 12 de mayo participó de una discusión en un minimarket de Catamarca y Cafferatta, en la previa a un recital. Una mujer policía intervino y le dio un cachetazo. Ella reaccionó y fue golpeada por otros policías más hasta que se desvaneció por un corte profundo en la cabeza contra una pared. La llevaron a la seccional de Cafferata al 300. Allí la fue a buscar una ambulancia del Sies y la trasladaron, sin ropa, al hospital.

Cuando salió del coma, una semana después, desmintió que ella misma se haya golpeado en el calabozo, como informó la Policía en un primer momento. "Me hicieron dar tres veces la cabeza contra la pared, y ahí me la rompí. Todo pasó en la vereda de enfrente al minimarket, donde se hacen las previas", dijo a Página12.

Se trata del segundo caso en donde lo ocurrido en una comisaría queda bajo la lupa y con versiones cruzadas. El anterior tuvo un resultado trágico: el de la bibliotecaria María de los Ángeles Paris quien falleció esposada en el interior de una celda de la seccional 10ª de la zona norte.

El abogado Enrique Font se refirió este jueves  a ambos hechos: “Son dos mujeres que entran a comisarías. Una de ellas (por Elina) sale en coma y con la cabeza rota, pero por suerte pudo contarlo”. No así Paris, cuyo caso fatal, según el criminólogo y asesor de la familia, se intenta tapar desde Fiscalía.

“No hay muerte natural en una comisaría”

Font dijo en el programa Pegando la vuelta que “hay una intencionalidad de parte de la Fiscalía” de eludir las responsabilidades policiales. “La autopsia muestra que ella ingresó sana a la comisaría 10ª y que muere en una condición de detención”, añadió como respuesta al planteo oficial, que utilizó la autopsia para concluir que a la bibliotecaria no la asesinaron los agentes sino que falleció de “muerte natural”.

“Como no la mataron, no le pegaron un tiro, o la ahorcaron, entonces la muerte es natural. No, no es así, no hay muerte natural en una comisaría, menos después de una detención arbitraria e ilegal”, remarcó el abogado que patrocina a la familia Paris y analizó que “la situación de estrés que vivió le pudo haber producido el paro cardiorespiratorio”.

Si bien en la causa hay testimonios de varios testigos que aseguran que, antes de acudir a la comisaría, la mujer estaba alterada y decía incoherencias, Font señaló que otras personas describen situaciones complementarias. Por ejemplo, que María de los Ángeles fue ingresada por la fuerza por dos policías a la comisaría, que dos veces se cae al piso y que sus gritos “repentinamente se dejaron de escuchar”.

“Si María se hubiese quedado en la calle hoy estaría viva. Hay otras figuras legales (además del homicidio) para investigar”, apuntó.

Font también criticó que “la autopsia se incumplió de manera fragrante” porque no realizó rayos x para determinar si hubo fracturas en su cuerpo, lo que pudo haber provocado una embolia pulmonar que derivó en la muerte.