Tres hombres ingresaron a una vivienda de Corrientes al 3100 y sin mediar palabra dispararon once veces contra la víctima. La Fiscalía evalúa hipótesis para esclarecer el crimen.

Otra ejecución en Rosario, la cuarta en lo que va de la semana. El jueves por la noche fue el turno de Héctor Miguel Ramírez. El joven de 22 años estaba en el patio de su casa de Corrientes 3166 reunido con su familia cuando al menos tres hombres armados aprovecharon que la puerta estaba abierta y ganaron el interior. A cara descubierta, y delante de sus familiares, le dispararon once veces con calibre nueve milímetros y se fueron caminando para escapar en el auto en el que habían llegado.

"Estábamos por comer un asado. La puerta de casa estaba abierta. Mi papá salió y se metieron tres tipos. Uno se quedó en la puerta y los otros dos le dispararon a mi hermano. Sólo a él", comentó Ricardo, uno de los siete hermanos Ramírez. "Esto no fue un ajuste de cuentas, como están poniendo en los diarios de internet. Esto viene por otro lado", agregó indignado Ricardo mirando el piso de cemento sobre el cual su hermano había sido ejecutado doce horas antes.

"El cuerpo de la víctima presenta 16 orificios y habrá que esperar el resultado de la autopsia para conocer cuántos son de entrada y cuántos de salida. Diez de esas heridas estaban en el cráneo, lo que delata la ferocidad del ataque", explicó ayer al mediodía en rueda de prensa el fiscal Miguel Moreno, a cargo de la investigación, que se realizará en paralelo con la del crimen de Pedro Tejeira, un joven asesinado el lunes frente a una escuela de la zona sudoeste, ya que habría conocidos en común