Una mujer y dos hombres fueron a buscar a Ricardo González a su casa, donde supuestamente se vendían drogas. Lo mataron delante de su pareja

"Lo único que escuché, entre sueños, es que alguien gritaba: «Dame todo, entregá todo». Y después un disparo". El escueto relato de un vecino de Cisnero al 6300 (la prolongación de Garibaldi al oeste de Felipe More) sirvió para conocer los últimos segundos en la vida de Ricardo González. Según una de las hipótesis sobre la que trabaja el fiscal Luis Schiappa Pietra, el viernes pasada la medianoche y bajo un cielo que prometía tormenta dos hombres y una mujer llegaron a la vivienda de barrio La Lagunita en la que González estaba con Brenda Jaqueline E., su pareja. Tras una breve discusión que González mantuvo con uno de los hombres, fue ultimado con un disparo calibre 22 que lo impactó por debajo del mentón.
"Ellos hace rato que están en el barrio, pero desde hace unos meses venden drogas. Para mí todo esto es porque le vinieron a cobrar alguna deuda o directamente a mejicanearlo", reflexionó otro residente dándole contexto a una media docena de vecinos que evitaron el diálogo con el cronista de este medio. "Buenas, estamos buscando el lugar donde anoche balearon a un muchacho", era la consulta dominante. La respuesta en boca de los vecinos era calcada: "No sabemos nada y no queremos tener problemas con nadie". Cuando la policía llegó a la escena del crimen, alertados por un llamado al 911, se encontraron con el cadáver de González y el llanto de su viuda.