Los niveles que alcanzó en los últimos días hizo que el Salado, que ahora es monitoreado por prevención, también eleve la cota

El río Paraná experimentó en los últimos días una leve crecida en la costa santafesina y aunque no alcanzó los niveles de alerta, obligó a la autoevacuación de medio centenar de familias de la localidad de San José del Rincón, que residen fuera del sistema de defensa contra las aguas.

El registro de ayer marcó en el puerto de la ciudad de Santa Fe 4,83 metros, lo que representa 14 centímetros más que hace una semana y estacionario con respecto a anteayer, de acuerdo a datos de Prefectura Naval Argentina.

El nivel de alerta de la estación fluvial está fijado en 5,30 metros y la marca de evacuación en 5,70 metros.

Un informe del Instituto Nacional del Agua (INA) había pronosticado que el nivel en el puerto de Santa Fe llegaría el 13 de junio a 4,82 metros, una marca superada con una semana de anticipación.

El panorama dentro del anillo defensivo que rodea a Santa Fe y a la mayoría de las localidades de la costa contra el Paraná está controlado, ya que allí no hay inconvenientes ni tampoco se correrían riesgos sin que medie una crecida mucho más importante de las aguas, según se informó.

En cambio, la crecida ya generó algunas dificultades a las familias que residen en viviendas situadas en el valle de los ríos, riachos y arroyos, fuera del anillo de protección contra las crecidas.

Es el caso de los vecinos de la Vuelta del Paraguayo, en la capital de la provincia, y del barrio Los Espinillos, de la localidad de Rincón, donde los problemas comienzan con filtraciones y anegamientos en patios y hasta en el interior de las viviendas, generó la autoevacuación de medio centenar de familias.

Filtraciones

En ese sentido, la crecida provocó la "autoevacuación" de unas 50 familias que viven fuera del anillo de defensa en la ciudad de Rincón, donde además se están produciendo filtraciones que "encharcan" las calles, los patios y hasta el interior de algunas viviendas en el barrio Los Espinillos.

El panorama hoy muestra a las calles del barrio con refuerzos de bolsas de arena y pallets dispuestos por el municipio, pero el terreno se convirtió en un pantano, con basura y pozos ciegos a nivel de la superficie por la presión de la napa hacia arriba, todo por donde juegan cientos de chicos, y viven alrededor de 200 familias que podrían ser las más afectadas.

El temor reinante en los vecinos del lugar es que se dé una lluvia porque creen que en ese caso quedarán bajo el agua.

También empezaron a advertir que se está filtrando agua por debajo de un terraplén al cual, denuncian, no se le ha hecho el mantenimiento necesario al llamado canal de guarda, que sirve para reconducir el líquido que filtre hacia la estación de bombeo, en un sistema similar al que se utiliza en la laguna Setúbal, por ejemplo.

Mathias Chuard, secretario de Gobierno de la Municipalidad de Rincón, confirmó que "hay unas 50 familias que se autoevacuaron, que viven fuera del anillo de defensa y cuando hay crecida se trasladan a sectores más altos", y añadió que "estamos asistiendo a unas 200 familias en barrio Los Espinillos por las filtraciones".

El Salado

El río Salado registró una marca de 4,88 metros y se muestra en ascenso, a excepción de un par de días, desde el 11 de abril pasado. Si bien la cuenca de aporte no está recibiendo precipitaciones, la cota de este cauce se ve influenciada por la crecida ordinaria que atraviesa el Paraná. De esta forma superó por 18 centímetros el nivel de "alerta técnica" en Santo Tomé. Se trata de un indicador que lo que hace es elevar el nivel de atención de los organismos vinculados al trabajo de prevención hídrica.

Funcionarios provinciales llevaron tranquilidad a la población e informaron que el monitoreo es constante a través de la red telemétrica de la cuenca del Salado. Desde el Ministerio de Infraestructura explicaron que existen escenarios distintos a lo largo de toda la cuenca.

A pesar de que la cuenca de aporte al río Salado no está recibiendo precipitaciones, lo que se observa es la influencia de la crecida ordinaria que está transitando el río Paraná, elevando los niveles en las estaciones de Santo Tomé y de Recreo.

El técnico Gustavo Ferreira explicó que "donde el nivel está elevado es en la zona de Santo Tomé, por la influencia fundamentalmente del río Paraná, porque hace las veces de un «tapón hidráulico» sobre lo que es el caudal del río Salado y demora significativamente su drenaje. De esta forma, la crecida del Paraná, a través de los vasos comunicantes, afecta a la ciudad de Santo Tomé y algo a la estación de Recreo".

Consultado sobre lo que significa el nivel de "alerta técnico", dijo: "Esto significa un alerta para los organismos vinculados al trabajo de prevención hídrica, incluyendo a las municipalidades. De hecho, ya estamos en contacto con Protección Civil y con los municipios de Santa Fe y Santo Tomé para realizar un seguimiento, tomar los recaudos necesarios y asistir en tiempo y forma a quienes entren en situación de riesgo por los niveles del agua", agregó.