La nueva prueba misilística reavivó la tensión en la región y despertó inmediatas y duras reacciones de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur.

Con el lanzamiento de un misil balístico que sobrevoló Japón, Corea del Norte despertó condena, inquietud y alarma en todo el planeta, y llevó este martes al presidente estadounidense Donald Trump a declarar abiertas "todas las opciones" contra Pyongyang, que en respuesta invocó su derecho a la "disuasión nuclear".

Desde Corea del Norte, la agencia de noticias oficial KCNA informó que el máximo líder del país, Kim Jong-un, estuvo presente en la base desde donde fue lanzado el misil Hwasong-12 de mediano alcance, el mismo con el que Pyongyang había amenazado con atacar la isla estadounidense de Guam en el Pacífico, una advertencia que finalmente no se concretó.

El lanzamiento fue "un primer paso en la operación militar en el Pacífico y un preludio significativo para contener a Guam", aseguró Kim, según informó KCNA mientras el Consejo de Seguridad de la ONU discutía la situación en una reunión de emergencia convocada a pedido de Tokio, Seúl y Washington.