La policía todavía no tiene pistas sobre la motivación del ataque. Fue reivindicado por el grupo radical Estado Islámico (EI), pero el FBI descartó de inmediato.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunirá mañana en Las Vegas con víctimas y familiares del tiroteo del domingo, en el que un francotirador asesinó a 59 personas e hirió a más de 500, conmocionando a la nación y relanzando el debate sobre la necesidad de controlar la posesión de armas.

El mandatario se refirió hoy al autor del tiroteo, el contador jubilado Stephen Padock, de 64 años, como un "demente" con "un montón de problemas", aunque evitó referirse al arsenal de armas que el hombre tenía en su poder y esquivó, otra vez, el tema del control de armas, al que se opone su Partido Republicano.

"Se trata de un individuo muy enfermo", zanjó Trump en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, sin mencionar que la policía encontró 23 armas de gran calibre en el hotel y otras 19 en su casa de Mesquite, a unos 130 kilómetros del lugar de los hechos.