El chico que abrió fuego en una escuela de los Estados Unidos es huérfano y vivía en la casa de un amigo.


El atacante del tiroteo en Florida, Nikolas Cruz, estaba deprimido cuando James y Kimberly Snead lo llevaron a su casa de la ciudad estadounidense de Parkland. La pareja con la que vivía el chico de 19 años que mató a 17 personas habló tras la masacre y aseguró que nunca se imaginó que el chico era un asesino.

"Teníamos a este monstruo bajo nuestro techo y no lo sabíamos", dijo Kimberly Snead al diario South Florida Sun Sentinel. La mujer señaló que con su esposo “no vieron ese lado” del joven. Por su parte, el hombre explicó que “lo que ahora todos parecen saber, ellos no lo sabían”.

Cruz vivía con los Snead porque era amigo de su hijo. El chico les había pedido alojarlo el último día de Acción de Gracias porque su mamá se había muerto el 1 de noviembre y estaba huérfano. Ellos accedieron y, según contaron, cuando el adolescente llegó a su casa se dieron cuenta de que estaba muy deprimido.
James Snead tiene 48 años y es veterano condecorado del ejército y analista de inteligencia militar. Su esposa Kimberly, de 49, trabaja de enfermera de cuidados intensivos de bebés prematuros y enfermos.

El miércoles por la mañana, antes de la masacre, el tirador les había dicho que no quería ir al colegio. “No voy a a la escuela el día de San Valentín", manifestó. Horas después, abrió fuego con un fusil semiautomático en el colegio Marjory Stoneman Douglas de la ciudad de Parkland y mató a 17 personas, la mayoría adolescentes.