Jorge Lanata estuvo en Intratables donde hizo un repaso de su carrera, habló de su vida privada y de la actualidad política. También se refirió al periodismo y se cruzó con Brancatelli. "No nací con Macri, ni me voy a morir con Macri", sostuvo

Jorge Lanata estuvo en Intratables, el programa que conduce Santiago del Moro por América, donde habló de su vida privada y profesional con su habitual estilo despojado, de la mano de varios cigarrillos. También se refirió al periodismo y a la actualidad política. "Ya de por sí era un chico raro porque mi mamá tuvo un tumor cerebral y estuvo 40 años sin hablar", lanzó en la primera parte de la entrevista. Después aclaró que esa mamá no era su madre biológica, revelación que hizo en su último libro, 56. El año pasado, Lanata se fue a vivir a Miami pero volvió a la Argentina ya que, según explicó, no consiguió "la guita" para su proyecto. Anoche, de acuerdo a lo que precisa el diario La Nación, habló de todo y hasta se cruzó con Diego Brancatelli.

"Yo era muy solitario, leía mucho. Mi mamá me enseñó a leer a los 4 años", agregó. "No tuve casi adolescencia; empecé a laburar a los 14 y dejé el colegio, que después terminé a la noche (...) A los pibes que hoy se emborrachan a los 17 años en un kiosco los re entiendo; quizás yo haría lo mismo si tuviese esa edad. Da igual, les estamos transmitiendo eso", apuntó. A los 14 tuvo su primer sueldo y no paró: "Siempre me reventé la plata", dijo, pero admitió que "cuando realmente estás mal, ¿qué importa?, La guita no te va a sacar de eso. En una época coleccionaba relojes. Pude tener casas mías y también las vendí para poder pagar cosas".

"No siempre me fue bien. El año pasado hice un programa y me fue mal y lo conté, para que los chicos vieran que no era la muerte de nadie", reflexionó. Ahora, contó que se dedica, entre otras cosas, a estudiar 2 o 3 horas por día historia del arte, y que su familia está compuesta, además de por sus hijas Lola y Bárbara, por la madre de Lola, Zara Stewart Brown, "aunque estamos separados", y por la madre de Bárbara, Andrea. También, por algunos amigos. "Me termina pasando que al final siento que no vengo de ningún lado. O quizás de Sarandí, pero no podría vivir hoy allá".

"Sabes que te veo, y veo a un sobreviviente", le dijo Del Moro. "Si, claro, soy un sobreviviente", respondió Lanata. Y entonces mencionó cómo le cambió la vida el trasplante de riñón que sufrió en 2015, donde los médicos le habían comunicado que existía una alta posibilidad de que le tuvieran que "cortar" una pierna. Él decidió afrontar el trasplante igual porque no quería vivir haciéndose diálisis toda su vida. "Fue una cosa muy fuerte lo del trasplante", confesó.