El ex vicepresidente, que será padre en los próximos días, ya se encuentra en su nueva vivienda de Barracas. Cuestionamientos a la "doctrina Irurzun".

La imagen de Amado Boudou con el pelo revuelto, descalzo y con las esposas puestas aquel viernes 3 de noviembre recorrió el mundo. Setenta días después, el ex vicepresidente consiguió salir de la cárcel. Ayer, a las 16.30, vio la noticia por televisión y comenzó a preparar sus cosas para despedirse de sus horas de encierro. El día anterior, ya había recuperado la libertad su amigo y socio, José María Núñez Carmona. ¿Qué pasó entre una decisión y otra? Dos fallos de la Cámara Federal –de feria– cuestionaron esta semana la detención ordenada por el juez Ariel Lijo, encargado de la mayoría de las causas que complican a Boudou.

El jueves, la Cámara decidió excarcelarlo en la causa por asociación ilícita, lavado de dinero y enriquecimiento que lo llevó a la prisión. No fue una votación fácil: tal como había adelantado PERFIL el fin de semana pasado, los jueces Eduardo Farah y Leopoldo Bruglia se enfrentaron en su voto y hubo que llamar a un tercero para desempatar. Rodolfo Pociello Argerich, camarista del fuero ordinario, inclinó la balanza en favor del ex vicepresidente, tras resaltar que el juez no había resuelto su situación procesal en los dos meses en los que los tuvo preso, pese a que el Código Procesal fija un plazo de diez días. Además, Farah se quejó porque “hacía tiempo se contaba con la información” que había valorado el juez para disponer los arrestos.

Con estos argumentos, Núñez Carmona salió de prisión pero su amigo quedó adentro. Es que mientras estaba en Ezeiza Lijo lo sorprendió a fines de diciembre con un procesamiento con prisión preventiva por truchar viáticos en viajes oficiales cuando era ministro de Economía.

A contra reloj, Bruglia y Farah confirmaron el procesamiento del ex vicepresidente, su ex secretario privado Héctor Romano y su ex jefe de asesores Guido Forcieri por el delito de peculado (quedarse con dinero público), pero coincidieron en que había que liberarlo. El problema fue que Bruglia sugirió sin éxito que le pusieran una tobillera electrónica. Al igual que cuando se opuso a la excarcelación, quedó en minoría. Farah habló de rápida liberación y una vez más Pociello Argerich definió el partido. Las rejas de Ezeiza se abrieron para Boudou.

Lo que los dos fallos de la Cámara Federal permitieron vislumbrar fue un cuestionamiento a la denominada “doctrina Irurzun”, puesta en marcha con el arresto del ex ministro de Planificación Julio De Vido. O al menos una reprimenda a cómo se había aplicado para Amado Boudou.

“La circunstancia de que Boudou haya ocupado cargos de especial jerarquía dentro de la estructura orgánica del Estado tampoco permite por sí misma inferir que el nombrado disponga de las conexiones necesarias para eludir u obstaculizar el proceso”, escribió Bruglia. Farah –que también se opuso al arresto de De Vido– afirmó que era “irrazonable la consideración en abstracto de pretendidas ‘relaciones residuales’ o ‘influencias’ fundadas en los cargos públicos que desempeñó otrora Boudou” para hablar de entorpecimiento.

Aunque cambiará de vida, a la espera de sus mellizos (cuya fecha de parto esta prevista para el 25 de enero) y en una casa nueva, Boudou sigue complicado en la Justicia: lo esperan otra indagatoria por enriquecimiento ilícito, un nuevo banquillo por los papeles de un auto y avanza el juicio oral por quedarse con Ciccone.

¿Habrá cambiado su estrella judicial tras su liberación? Fuentes del caso dijeron a PERFIL que la defensa apuesta a hacer caer el juicio tras la confesión como arrepentido del monotributista Alejandro Vandenbroele, que reveló este diario a fines de diciembre.

Deja Puerto Madero para mudarse a Barracas

A Amado Boudou ya no lo espera un departamento en Puerto Madero. Cuando aún estaba tras las rejas de Ezeiza, el ex vicepresidente informó al juzgado de Ariel Lijo un nuevo domicilio: dejó los lujos de una vista a los diques en el complejo Madero Center para rumbear hacia la zona de Barracas. Pero si alguno pensaba que al ex vicepresidente lo espera un humilde PH descascarado en la zona sur porteña, las fotos lo desmienten.

Su nuevo hogar es un departamento en el primer piso de un complejo ubicado en la calle Salmun Feijoo 735. Es un edificio de la Belle Epoque, Barracas Center, que fue sede de Casa FOA en 2005. “Estaba muy caro el alquiler en Puerto Madero y se mudó al de Barracas que es de un amigo”, señalaron a PERFIL allegados al ex vice.

Allí lo espera su pareja, la ex diputada mexicana Mónica García de la Fuente, que lo convertirá en padre de mellizos en los próximos días. Boudou había conseguido el permiso para salir de prisión solo para presenciar el parto.

La abogada –que había ido al living de Susana Giménez a decir “no entiendo por qué está privado de su libertad y no está con mis niños”– ya se mudó a Barracas y estuvo acondicionando la casa para la llegada de los bebés. También estará Floki, su perrito caniche bautizado así en homenaje a un personaje de la serie Vikingos.

De Puerto Madero no guarda los mejores recuerdos: ahí se encontraba su madre, durmiendo en el living y de visita para conocer a su yerno cuando le golpearon la puerta para llevarse a Boudou preso.