La defensa de Monchi Cantero aduce que Ismael Manfrin prejuzgó. Eso retrasaría el pleito. Buscan que Monchi sea juzgado con todos y no solo

La batalla jurídica previa al inminente juicio de la banda de Los Monos pasa por la presencia o ausencia de Ramón "Monchi Cantero" Machuca en el estrado donde comparecen los acusados. Los defensores de Monchi acaban de recusar al presidente del tribunal, Ismael Manfrin, cuestionándolo en el marco de una batería de recursos con los que piden la postergación del juicio. Manfrin, que había decretado el inicio de las audiencias para el 21 de junio, rechazó el pedido de apartamiento y será la Cámara Penal la que defina esta semana si la fecha se mantiene o no.

La centralidad de Monchi no sólo adquiere dimensión en relación a su inclusión o no en este juicio sino, sobre todo, por la cantidad de imputaciones que acumula en el contexto de las causas de Los Monos. Está procesado como líder de asociación ilícita y como autor ideológico del crimen de Lourdes Cantero. El camarista Carlos Carbone acaba de confirmar que debe responder en otro juicio oral por un atentado en el distrito sudoeste que terminó con tres muertes. Pero además en el juzgado de Alejandra Rodenas interpretan que se lo debe juzgar también por la autoría del homicidio de Diego Demarre. Nadie que integra el clan de barrio Las Flores afronta un escenario tan complicado.

Pedidos y rechazos

El intento de apartar a Manfrin del tribunal que juzgará a Los Monos viene de un pedido de los abogados de Monchi, Fausto Yrure y Carlos Edwards, que solicitaron postergar el juicio en los juzgados de Sentencia a cargo de Manfrin y Edgardo Fertitta. Ambos jueces rechazaron alterar las fechas ya decididas y entonces los defensores elevaron un recurso de revocatoria y protesta de apelación que el tribunal denegó. Las defensas replicaron que ellas habían protestado sin apelar y que si les negaban la apelación los jueces estaban anticipando opinión de algo que no habían pedido, lo que implicaba prejuzgar. El efecto fue pedir que Fertitta y Manfrin se aparten.

Todo este galimatías jurídico tiene un objetivo: que Monchi se siente junto a otros 23 implicados en un único juicio, entre ellos su hermano de crianza Ariel "Guille" Cantero. El motivo por el cual, pese a estar en las mismas acusaciones, Monchi no será juzgado ahora se debe a que estuvo prófugo tres años hasta ser capturado en junio pasado. Esto retrasó la instrucción de su caso.

Hasta el viernes el fiscal Gonzalo Fernández Bussy, no había elevado a juicio la causa de Monchi y Mariano Salomón, que también estuvo prófugo. En cambio la de los primeros procesados está terminada hace rato.

Lo que apura el inicio del juicio es que en 20 días se cumplirán cuatro años de la detención de Guille y los plazos de su prisión preventiva están groseramente vencidos. No hay antecedentes en Rosario de alguien preso cuatro años sin condena. Los jueces no quieren más demoras porque si Guille pide un cese de prisión no hay argumento para no dárselo.

En ámbitos contiguos a los jueces recusados perciben que en los textos previos a los pedidos de apartamiento hubo una terminología tramposa para buscar la dilación como sea, aunque el trámite de la organización podría no verse afectado así cambien al tribunal.

Los abogados dicen, por su parte, que el planteo es fundamentado y que hoy harán otros cinco planteos para reforzar la recusación de Manfrín. Señalan además que es insensato hacer dos juicios con más de 360 testigos, que lo razonable sería esperar a los dos imputados que faltan para sumarlos a los 23 que deben comparecer desde el 21 de junio. Algo que luce del todo lógico aunque confronta con el problema de la preventiva de Guille.

Es imposible no percibir además el valor estratégico que tiene para las defensas la presencia de Machuca en un debate único. En el juicio habrá una fuerte confrontación sobre la conducta del juez Juan Carlos Vienna dado que las defensas, que aducen que el magistrado fue arbitrario y parcial, lograron que se acepte examinar la cuestión. Y Monchi, por su personalidad, emerge como actor central en esa estrategia. Fue él quien se cansó de llamarlo "narcojuez", de atribuirle acciones turbias por todos los medios de prensa y de mostrar planillas oficiales del viaje que Vienna hizo en forma coincidente con Luis Paz. "El juicio tendrá una fuerte carga de show y Monchi es el rey del stand up. Esa es la auténtica diferencia entre que haya un juicio sin él o con él", analizó un funcionario judicial de alto nivel.

A las fiscalías, en tanto, no les preocupa la conducta de Vienna. Si se demostrara que éste fue parcial, habrá que demostrar que la prueba tiene derivación de esa presunta parcialidad. Los fiscales alegan convencidos que el juez tenía motivos fundados para ordenar intervenciones telefónicas contra los Cantero. La pregunta esencial, dicen, es qué habría hecho cualquier otro magistrado ante un escenario igual. Además, alegan, esas escuchas ya fueron convalidadas por jueces como Fertitta, Rubén Darío Jukic y Carlos Carbone. Igualmente en el juicio oral vuelve a discutirse todo.

El caso Demarre

Volviendo a la situación de Monchi, los reproches penales en su contra crecieron en el último mes. Un fallo reciente del camarista Carbone lo manda a juicio como autor de un triple asesinato frente al distrito Sudoeste colocándolo, a cuatro años del hecho, como primer y único acusado de ese atentado. Pero esa resolución presenta otro detalle relevante: la posibilidad concreta de que Monchi sea acusado como coautor de otra ejecución, la de Diego Demarre, ocurrida el 27 de mayo de 2013, un día después del crimen de su hermano Claudio "Pájaro" Cantero.

El 6 de febrero de 2017, en la última resolución que firmó dentro del complejo de expedientes que se suele llamar Causa de Los Monos, la jueza Alejandra Rodenas decidió sobreseer a Machuca por el encubrimiento del caso Demarre y procesarlo por el triple homicidio de Nahuel César, Norma César y Marcelo Alomar, ocurrido el 28 de mayo de 2013 en Francia y Acevedo.

Hace dos semanas Carbone analizó la resolución. Confirmó que Machuca debe ir a juicio por ese atentado y también ratificó su sobreseimiento por encubrir el crimen de Demarre.

En su resolución, Rodenas explica ambos hechos como vinculados en un mismo proceso de venganza que la banda comandó en represalia por el asesinato del Pájaro. En una parte del texto —titulada "La violencia sostenida"— la jueza reconstruye día a día las acciones que, a su criterio, Machuca comandó desde el momento en que se enteró de que su hermano había sido baleado frente al boliche villagalvense Infinity Night, hasta que cinco días después lo fueron a buscar para detenerlo junto a su familia y allegados en una cadena de allanamientos.

En el juzgado de Rodenas creen que Monchi merecía el sobreseimiento por el encubrimiento del crimen de Demarre porque, por definición, este ilícito exige que quien lo comete no haya actuado en el delito previo. Rodenas lo dice explícitamente: desvincula a Monchi del encubrimiento al afirmar que la prueba analizada "no permite considerar de modo alguno que Machuca ha actuado sólo con posterioridad al homicidio de Diego Demarre y sin haber tenido participación alguna en él". Es decir que el sobreseimiento, en la mirada del juzgado de origen, resulta engañoso. Monchi es eximido de una responsabilidad menor en la muerte de Demarre lo que abre la puerta de una imputación mayor porque, para la jueza, Machuca no puede ser considerado ajeno al homicidio.

Esa perspectiva no fue compartida en su momento por la fiscalía, que optó por situar a Machuca como encubridor para ese caso. Pero Rodenas sobreseyó por el encubrimiento y acusó por el triple homicidio. Y ante las seguras apelaciones de las partes, esperó la actuación de la Cámara Penal donde Carbone finalmente confirmó lo actuado por Rodenas.

Venganza

En la resolución de esta jueza, dice el camarista, "se detallan numerosas conversaciones en torno a lo que la juzgadora llama la venganza de la banda por la muerte del referido Pájaro Cantero donde Machuca, entre los días 26 de mayo de 2013 en que ocurre aquella hasta el 31 de mayo de ese año en que se producen las detenciones a los integrantes de la asociación ilícita, ordena averiguar domicilios, manda gente donde se dicen que están, encarga armas (...), lo que es concatenado constantemente con relación a estas muertes".

Con ello, Carbone lleva a Monchi a un nuevo juicio oral por el atentado con tres muertos del distrito sudeste. Pero mediante una fórmula de rigor confirma también el sobreseimiento por encubrimiento del caso Demarre sin que nada indique —dicen en el juzgado— sobre la perspectiva de avanzar en su contra por una responsabilidad mayor.

"Los fiscales (Luis) Schiappa Pietra y (María Eugenia) Iribarren, que llevaron adelante la acusación contra Machuca alegaron por encubrimiento y ya dijeron que no van a ir por ningún otro delito. Está registrado en el audio de las audiencias", dijo Yrure ayer a este diario, y agregó: "Deslizar esta posibilidad implica otra presión en este caso que a este respecto ya está definido".

Presiones que existen pero que, en todo caso, provienen de adentro de Tribunales.

el caso. Monchi estuvo tres años prófugo, lo que retrasó su causa.