El fiscal que apeló para que no se cierre la causa habló de los intentos por frenar el caso.

Un día después de que el juez Claudio Bonadio ordenara el arresto de la expresidenta Cristina Kirchner y otros cuatro imputados por encubrimiento del atentado a la AMIA, el fiscal Germán Moldes aseguró que cuando le tocó instruir la causa notó "que los involucrados estaban desesperados por no ser investigados".

Moldes fue un personaje clave días después de que apareciera sin vida Alberto Nisman: fue el letrado que se pidió la reapertura de su investigación, que había sido cerrada en primera instancia por el juez Daniel Rafecas.

"Tuvimos una sospecha de que esto podía ocurrir, por el grado de desesperación que cundía entre los denunciados por Nisman para que la causa no se investigara", dijo Moldes, tras la detención de Carlos Zannini, Héctor Timerman, Luis D'Elía y Yussuf Khalil.
El fiscal criticó el argumento que esgrimen quienes critican la denuncia de Nisman y afirman que el Memorándum de Entendimiento con Irán fue un acto de gobierno y, como tal, no puede ser judicializado.
"Pusieron al servicio de esa misión (que no se investigara la denuncia) a un montón de gente de la Justicia, de la administración pública, de la prensa, que decía que no se podía investigar. Se podía", aseguró Moldes, en declaraciones a radio Mitre.

Moldes sostuvo que "un acto de gobierno, cuando hay indicios de que ha tenido connotaciones delictivas, debe ser siempre investigado".

Por último, el funcionario recordó al fiscal Nisman y celebró que la denuncia que hizo cuatro días antes de morir se esté investigando. "Pudimos llegar a eso gracias a que, por la querella que constituyó la DAIA, pudimos eludir el cerco de Justicia Legítima y de (Alejandra) Gils Carbó, que a través de un fiscal militante en Casación, entorpecía mi trabajo y no se podía llegar a que la Casación estudiara si correspondía, o no, abrir la causa", destacó.