Logró una victoria necesaria ante Olimpo y recuperó la sonrisa tras las magras actuaciones en los últimos tres partidos..

Fue un desahogo. Es que los tres puntos resultaban imprescindibles y urgentes. Newell's debía interrumpir la serie de tres derrotas que lo hicieron tambalear y empezar a opacar la buena cosecha de puntos conseguida hasta pocas fechas atrás. Era vital volver a ganar para afirmarse en los puestos de privilegio. Y respondió. Sin grandes lucimientos, con lapsos esporádicos de buen juego y momentos de zozobra, se reencontró con el triunfo. En un Coloso vacío por la prohibición del ingreso de sus hinchas, fortaleció sus esperanzas coperas y se irguió sacando fuerzas de flaquezas, en momentos en los que el equipo atraviesa una etapa de rendimiento irregular. Además se arrimó a 5 puntos del líder Boca, aunque los números lo acercan más a la punta que su nivel actual.

En las últimas fechas, Newell's dejó de ser un conjunto confiable, sólido, duro de vulnerar. Los factores fueron desde el bajo funcionamiento individual general hasta los defectos colectivos. A todo eso se le agregó que perdió titulares por diferentes lesiones, como José San Román y Facundo Quignon. Para completarla, ayer se le sumó la inesperada ausencia de Ignacio Scocco debido a que no estaba en condiciones a causa de un cuadro gripal que lo afectó en la semana.

Sin el goleador, el entrenador Diego Osella rearmó entonces el mediocampo. Entró Eugenio Isnaldo por Scocco para jugar por izquierda y Jacobo Mansilla pasó a integrar la pareja de volantes centrales con Jalil Elías. Sin el artillero rojinegro, Maxi Rodríguez debió ocuparse de moverse bien adelante.

El principal acierto del técnico fue realizar otra modificación para este partido. Recurrió a uno que casi no tuvo en cuenta durante el torneo, Héctor Fértoli, relegando al banco al mediocampista defensivo Juan Ignacio Sills. El objetivo era tener mayor profundidad y llegada por el costado. Lo consiguió.

Es que el juvenil tuvo una tarde soñada. Participativo, movedizo e incisivo, anotó nada menos que dos goles, algo que en este torneo casi estaba reservado para Scocco, Formica y Maxi. Justamente la Fiera fue el que completó la faena goleadora.

Newell's tenía que poner la cara y reponerse frente a un conjunto bahiense que llegó al Coloso con sus limitaciones a cuestas y un promedio que apenas lo salva del descenso. No fue una tarea sencilla para el dueño de casa. En el primer tiempo, por más que la tenía no encontraba la manera de inquietar. Lo bueno para la Lepra es que Olimpo tampoco lo preocupaba.

La apertura del marcador por parte de Fértoli le dio un respiro a la Lepra. Pero la igualdad de Coniglio apenas iniciado el segundo tiempo fue un cachetazo.

En un suspiro, antes que los nervios se apoderen del local, Maxi desniveló. De inmediato, otra vez Fértoli convirtió.

La victoria tan ansiada estaba al alcance. Pero el cabezazo goleador de Pantaleone para el descuento y la sucesión de centros en el área de Pocrnjic, ante una dubitativa defensa local, pusieron en riesgo el triunfo rojinegro.

Con sufrimiento, Newell's conservó el 3 a 2 y cortó la racha negativa. Por cómo venía, fue valioso. También se destaca porque en un torneo donde los de arriba están tan apretados, la Lepra saltó ayer un puesto, a la tercera posición, algo que nadie le podrá quitar en este fin de semana. El rojinegro sigue en la pelea por la Libertadores. Hablar de título, aunque los números lo mantengan en carrera, es más osado.