Está acusado de recibir un departamento de lujo por parte de una constructora proveedora del Estado. El paso a paso.

Un departamento, favores a una constructora y corrupción. Este es el cóctel que llevará a Lula da Silva a la cárcel luego de que el juez Sérgio Moro solicitó su detención, proceso que TN.com.ar explica en cuatro pasos.
De qué se lo acusa
La Justicia entiende que Lula aceptó que la constructora OAS le otorgara un departamento de lujo de tres pisos en Guarujá, en la costa de San Pablo, a cambio de favorecer a la empresa en sus negocias con la petrolera estatal Petrobras. Fue acusado formalmente en septiembre de 2016.
Qué dice la defensa
Los abogados del expresidente argumentan que Lula nunca fue dueño ni vivió en el departamento, y que solo lo visitó una vez para considerar la oportunidad de negocio que nunca prosperó. Para sostener esa postura aseguran que no hay ningún documento o escrito que establezca que Lula tiene alguna relación con el inmueble.

Qué evidencias hay
La clave del caso fue el testimonio del empresario Leo Pinheiro, antiguo director de la empresa OAS, quien reveló que si bien la casa figuraba a nombre de la empresa, siempre estuvo reservada para el exmandatario. De esta forma logró que le redujeran su sentencia de 8 a 5 años.

La condena
El 12 de julio de 2017, el juez federal Moro determinó que Lula dirigió una trama corrupta para conceder a OAS contratos con el Estado por un valor superior a los 25 millones de dólares. Un tribunal de segunda instancia confirmó la sentencia de Moro en enero de 2018, y aumentó la pena que alcanzó los 12 años y un mes.
En marzo de 2018, el Superior Tribunal de Justicia rechazó un recurso extraordinario de Lula para que se prohíba una posible orden de arresto. Poco después la defensa volvió a presentar el mismo recurso, pero esta vez, ante el Supremo Tribunal Federal (STF), quien desestimó el pedido y abrió las puertas de la prisión al expresidente.